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Transamérica
27 Agosto 2006


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La verdad es que nunca le he dado mayor importancia al tema. Supongo que ese era uno de los motivos por los que en cierta manera ignoraba las llamadas de Cristina para que fuera a ver la pelicula.

Es Domingo, mañana... y tantas cosas por hacer... Sin embargo, finalmente, conteste a la llamada y allí me plante.

Sentados los dos en el sofá un Domingo por la mañana, sin nada en la mente, preparados para ver el último (y primer) largometraje de Duncan Tucker.

Lejos de querer sentar cátedra y parecer muy listo he de reconocer que la película ha plantado en mi la semillita de la reflexión sobre un tema que la película, sin recrearse en él, deja escurrir sagazmente a lo largo del guión.
El Transexualismo como problema. Siempre he planteado el tema como enfermedad (y es posible que a juicio de muchos lo sea) donde la solución no era la tan ansiada (por los que la sufren) operación de cambio de sexo sino la solución de los que ven su género como un problema.
El filme, con la metáfora del siempre recurrente tema del viaje (de hecho es un roadmovie que bien podía llamarse dos en la carretera), va hacíendote partícipe, sin esfuerzo, sin agonias, del sufrimiento y dolor que sufre uno de los protagonistas interpretado, magistralmente a mi juicio, por Felicity Huffman. Su condición de transexual, cuya salvación y panacea parece depender de su operación de cambio de sexo. Las relaciones que poco a poco se van descubriendo con su familia da mucho que pensar.

¿Y si de verdad la solución está en esa operación?. ¿Y si de verdad el problema no es problema?.

Son tantos los tabúes con los que cuentan nuestras mentes... Tantos los esquemas marcados.


El filme, sin duda, merece más que de sobra su visión. En género de comedia dramática, el coche en el que viajan nuestros personajes realiza un bello retrato de lo más profundo que los Estados Unidos mantienen. Saliendo de Nueva York con destino inicial a Kentucky y luego más tarde hacía la California más California de todas.
Multitud de personajes van salpicando este estupendo óleo contempóraneo dando ritmo y cuerpo al paisaje que en ningun momento aburre.

Una película muy recomendada. Y una reflexión más que obligada.


publicado por Altair a las 11:59 del 27.08.06 en Cine